Tener la piel del párpado grasa es un problema que hace que las sombras en polvo apenas duren nada sobre la piel y se formen los temidos (y antiestéticos) pliegues. ¿Cómo solucionarlo? Utilizando una prebase y/o una sombra en crema que proporcione una base "pegajosa" a la que el polvo se pueda adherir.
La teoría es sencilla y ahora mismo existen mil sombras en crema en el mercado que ofrecen esta función. Así que, ¿cómo elegir la más adecuada? Lo cierto es que he probado muchas sin demasiada suerte (incluyendo los famosos Paintpots de MAC que, en mi caso, no realizan esta función de forma satisfactoria). Por ahora los dos mejores productos que he probado son de droguería y su precio es bastante bajo.
Por un lado están las fabulosas sombras en crema Long lasting colour shock de Kiko. Son de la colección de edición limitada Boulevard Rock por lo que ya no están a la venta. Una pena, porque considero que son de lo mejor que ha hecho la marca. Yo conseguí las mías por solo 2 euros en la parte de ofertas de la tienda.
Las de color más oscuro las uso como delineadores para darle un toque de color a un look, pero la sombra de color champán la uso en todo el párpado móvil y dura inalterable durante toda la jornada, incluso un día de verano con 40 grados.
Un poco peor que las de Kiko, pero también bastante duradera (y, sobre todo, disponible en tienda) es la sombra Scandal Eyes de Rimmel en el tono Rich Russet. Es una sombra increíble para usarla a diario ella sola o como base para otras sombras en crema. La duración en este caso también es larguísima y la sombra permanece inalterable y sin los horribles pliegues durante toda la jornada. En fin, una maravilla que merece la pena probar tanto por ser un gran producto como por su precio increíble, unos seis euros.
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