Una vez trabajada la base y el corrector en la cara utilicé polvos bronceadores (los Milk chocolate de Too Faced), el iluminador Opal de Becca del que hablaré próximamente en una entrada y uno de mis coloretes preferidos últimamente: el Orgasm de Nars.
En los labios, todo un clásico: el labial Ruby Woo de Mac, uno de los más conocidos de la marca. Se trata de un rojo perfecto clásico, aunque la textura del labial puede resecar bastante. Yo lo uso sobre una prebase de labios y, a medida que lo reaplico durante el día, intento extender antes una fina capa de cacao. Así consigo llevarlo con mayor comodidad.
Considero que este tipo de looks son perfectos para una noche como la de hoy, ya que representa un look clásico navideño, y así podemos arriesgar un poco más con el maquillaje de Nochevieja. En cualquier caso, esta es simplemente una idea que espero que os pueda servir de ayuda. ¡Que tengáis una muy Feliz Navidad!
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